Una anécdota graciosa surgió al haberme reunido en cierta ocasión con un apreciado amigo y hábil emprendedor. Nos sentamos a conversar amenamente acerca de literatura, cine, religión, nuestras familias, en fin, un poquito de todo. Somos colegas en eso de escribir y amar el oficio con pasión, y nos conecta intelectualmente el que a ambos nos agrada la ciencia ficción, la tecnología, la fotografía y el erotismo entre otras cosas. Yo conozco un tanto de Diseño Gráfico y él otro tanto de Informática, comunicación viral y estrategias de Marketing, por nuestras profesiones, y así fue como caí en cuenta descubriendo la razón de que últimamente Google y sus sistemas avanzados de publicidad robótica en la red, detectaran con mucha precisión estos intereses particulares míos. Las fotos hablan por sí solas... ¡Lástima que por ahora no me sea posible adquirir tan atractiva lencería para darle una sorpresa a mi esposa! Hice una selección de las fotos que promocionan estos módulos publicitarios que aparecen en cualquier página que tenga acuerdos con ellos. ¡Siempre están ahí! Se van poniendo muchísimo mejor a medida que, irremediablemente, les voy dando clic y seleccionando a las guapas modelos, admirando lo bien que lucen lo que llevan puesto. ¡Vaya que sí son llamativas! Publicidad invasiva pura y ruda, patrocinada por este gran monstruo de la globalización, a quienes les dedico este post, con total devoción y admiración, porque ¡eso sí es saber lo que a uno le gusta!
Relato I En la tercera parte de la película animada «Madagascar», aparece un personaje bastante singular, un tigre circense llamado Vitaly. Vitaly es un tigre ruso muy intimidante, grande y corpulento, que se especializaba en atravesar aros pequeños en un acto portentoso, nunca antes visto. Sin embargo, una vez Vitaly se quemó el pelaje al intentar atravesar un aro diminuto prendido en fuego, y desde entonces ha tenido miedo a volver a realizar su espectáculo. Eso sí, llegó a reconocer avergonzado que, para ejecutar su sorprendente acto, siempre había lubricado su pelaje con acondicionador para el cabello, pero esa última vez había usado aceite inflamable, y por tal razón había quedado abrasado accidentalmente. En casa tenemos adoptada a una perra adulta llamada Laila. Tiene mucho de pastor holandés, por su pelaje corto gris oscuro con sutiles pintas blancas. Parece una torta marmoleada. Laila es lista, sumisa, obediente y bastante inteligente. Comparte con nosotros en casa d...


































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