La Niña Amante de las Golosinas El corte de luz fue un apagón general en toda la zona donde trabajo. Y no me quedó otra, bajé las escaleras, y caminé largas cuadras hasta llegar a la zona donde el metro funcionaba con normalidad. Llevaba en el bolso frutos secos acaramelados, de esos que vienen combinados: Maní, almendras, pasas, y nueces. ¡Son muy ricos! Cuando por fin llegué a casa, estaba realmente agotado. La calle y el calor lo desgastan a uno mucho. Inmediatamente me desnudé y me di una ducha para refrescarme. Deseaba acostarme y estar relajado. Recordé al momento los frutos secos que guardaba en mi bolso. Me apetecían mucho. Aunque sabía que si mi hija entraba y me veía comiéndolos, me pediría. Pero estaba a solas en mi cuarto. Tenía la puerta cerrada y esa intimidad me convenció de iniciar mi vil acto egoísta. Suelo complacerla y ofrecerle cuanta golosina, dulce, helado o plato de repostería se le antoje. Aunque no es obesa, mi hija es una niña súper amante de l...
Lectura amena para degustar y quedar con ganas de más, alejada por completo de los convencionalismos, es creativa y libre, por lo tanto con estilo propio.