En el 2003, m ientras estuve trabajando en un agradable Estudio Creativo anclado a la falda del majestuoso cerro El Ávila (Waraira Repano), fue cuando conocí a la excelente agrupación norteamericana Pink Martini . El intercambio musical era parte esencial de una jornada laboral entre colegas melómanos. Siempre estábamos descubriendo interesante música de distintos estilos, y por supuesto, cada quien ofrecía lo mejor de sus preferencias sonoras, al proponer algún disco en particular, aunque siempre había mucho material en el propio Estudio Creativo para escoger, uno de ellos era el álbum debut de Pink Martini , titulado Sympathique (1997). ¡Al escucharlo, me encantó! Todo el disco posee una grata y sabrosa cadencia latina muy notoria, múltiples sonidos enmarcados en esa época dorada de la música popular y romántica de los años cuarenta y cincuenta. Pink Martini , me rememoraba inmediatamente la juventud de mis padres; sus antecedentes musicales estaban ahí, a flor de piel, pe...
Lectura amena para degustar y quedar con ganas de más, alejada por completo de los convencionalismos, es creativa y libre, por lo tanto con estilo propio.